Prolijo, impactante y algo perturbador son algunos de los más acertados adjetivos que podrían adjudicársele al show que nos brindo Genpets el pasado miércoles 6 de Noviembre en el bar La Cigale. Una noche atípica que nos cortó la semana a la mitad a muchos y algunos aún estamos buscando ese algo que sentimos que perdimos frente al escenario. ¿Será la sensación de que el under ya no podía sorprendernos? ¿sera por que casi siempre que vamos a lugares under vemos bandas de rock o metal, que son mas de lo mismo, sin ofender a nadie? Sea lo que sea, al fin dimos en el clavo y caímos en este lugar, donde una banda promete innovar con música experimental, melodías pegajosas, vestimenta, maquillaje, y mucho rock en el escenario.

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Se apagan las luces y  ya están sobre el escenario tres personajes bizarros e incoherentes estéticamente, moviéndose como autistas al ritmo de “I Dovregubbens hall”  (música clásica muchachos, de Edvard Grieg). Con el ultimo compás del movimiento de Grieg caen las primeras notas de “We are the Genpets”, a lo largo de un show visualmente inquietante, los Genpets recorrieron una lista de temas intensos y enérgicos donde, si se tomaban la molestia para bajar el matiz a algo más tranquilo, era para interpretar canciones como “Be malo”, un track sumergido en una atmósfera densa y oscura, que en la penumbra del lugar, daba la sensación de que algo te acechaba sin saber exactamente dónde se escondía.

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El show de los Genpets rompió unas cuantas etiquetas, pisoteó una maltratada Telecaster negra en el suelo y voló varias neuronas de espectadores una atípica noche de miércoles.